Servicio de Community Manager
Cuando pensamos en el servicio de community manager, se nos ocurren algunas funciones que puede desempeñar un profesional de las redes sociales. Pero, ¿en qué consiste exactamente el trabajo de un community manager?
Un community manager, externo o interno, debe cumplir unos requisitos mínimos. A partir de estos conocimientos iniciales, cada profesional se adaptará al proyecto que se le encomiende y se ajustará al plan de marketing y redes sociales.
Conocer el funcionamiento de cada red social. Es un error considerar que todas las redes sociales funcionan de la misma manera. Hay que tener en cuenta los siguientes aspectos de cada canal de social media:
Media de edad de los usuarios.
Tipo de publicaciones que funcionan mejor.
Implantación de la red social en el ámbito geográfico que queremos impactar. Si nuestra intención es captar seguidores en una ciudad pequeña, debemos valorar previamente qué red social es la que tiene mayor actividad. Por ejemplo, no tiene mucho sentido utilizar Pinterest para una pequeña ciudad Mexicana. Esta red social no está muy extendida a nivel local.
Frecuencia de publicaciones óptima para cada red social.
Conocer las herramientas más adecuadas para gestionar las redes sociales: Hootsuite, Postcron, Buzzer, Tweetdeck…
Disponer de una buena cultura general. No hace falta haber ganado “Saber y Ganar” y “Boom”, pero hay que saber un poco de todo, para no meter la pata en temas básicos (de geografía, historia, arte…)
Saber escribir sin faltas de ortografía. No es suficiente con utilizar un corrector ortográfico. La sintaxis y la riqueza de vocabulario no la arreglan los correctores. Para escribir bien, es necesario haber leído mucho. A todos se nos puede escapar una tilde cuando escribimos rápido, pero antes de darle al botón de publicar hay que repasar lo escrito y saber lo que hay que corregir.
Ser creativo. Si repetimos una y otra vez los mismos mensajes, aburriremos a los seguidores de la marca. En otras ocasiones, he comentado un sistema que me funciona: aprovechar un momento creativo para escribir todas las ideas que se nos ocurran sobre un determinado tema. Las iremos utilizando poco a poco en el futuro. Si no dispones de papel y bolígrafo a mano, utiliza las notas del móvil (suele estar cerca siempre ;-)).
Un profesional que presta el servicio de community manager debe ser multidisciplinar. Sin ser un genio del diseño gráfico, debe ser capaz de crear un banner o la imagen para una publicación (por ejemplo, con la herramienta Canva). También debe poseer dotes para la escritura persuasiva, aunque no sea un copywriter. Es posible que necesite hacer cambios menores en la página web de un cliente o incluso producir un pequeño vídeo.
Ser paciente y disponer de dotes diplomáticas. En ocasiones, tiene que lidiar con un troll. Hay que saber manejarlo con paciencia, para no ocasionar un perjuicio a la marca.
Ser constante. Es probablemente la cualidad principal de un gestor de redes sociales. Muchos community managers aficionados fracasan porque publican cuando les apetece, sin disponer de una programación. A veces se dan cuenta de que llevan una o dos semanas sin publicar nada en un perfil, y buscan cualquier cosa para postear. Cada vez les supone más esfuerzo, porque no se lo han tomado como una actividad profesional.
Estar informado de las noticias que afectan a las redes sociales. En un sector tan variable y que se mueve a toda velocidad, es vital estar al tanto de las últimas novedades.